Nayeli

Estacionado en mi mente
la recuerdo,
quiero reencontrarla.


Inspeccionando en mi alma,
recusito un conservador aroma de sus labios,
se amplia mi horizonte,
se retiene mi sangrado,
mi obscuridad se transfigura relampagueante.

En el edén de sus ojos,
me pierdo en el silencio,
a fantasías llenas de ella,
suspiro en anocheceres de su belleza.

Sin salida

Al recortar mis pensamientos
me asfixiaba  de una sobredosis de mentiras,
desaparecía de mi sueño teoracto como si fuera una sombra en la obscuridad.


Ineclutablemente no puedo regresar mi destino,
me doy lastima,
me doy asco de tantas mentiras, es mi pasado.


Hipnotizando la verdad,
mis mentiras me atrapan, me encierran en un camino ya empezado.

Perdido, jauto,
en un camino que yo mismo labre, no encuentro la salida,
no encuentro la partida,
solo respuestas un tanto relativas,
soluciones a cambio de otra mentira.

Lo mismo, cada noche

Recostado en mi cama,
soñaba, recordaba,
sentarme en una nube,
esperando un momento abismal,
me pierdo en el proscenio de mi obra amnesica.


Decido navegar,
obstruir mi mente,
para no sentir mas la agonía,
de un cubículo de mentiras
que rasga mi ser
al no aceptar la realidad de que mi alma
pronto sera putrefacta
y no quedara nada,
solo residuos de oportunidades
de decir la verdad.

Karina.....

Salimos de la escuela con destino a mi casa,
llevavamos con nosotros un poco de marihuana.....
Fumamos hasta alucinar,
tuvimos sexo hasta asquearnos, cumplimos todas nuestras fantasias.
Soñábamos, recordamos fantasmas embelesados sometidos a lo lejano.


En ese momento no importaba nada, solo reir, inagurar obsesiones,
moríamos en la sed de ser ahogados por el sudor execrable.


Sin saber como, dormimos.

Despertamos orates,
sin recordar, absorbimos nuestras culpas,
todo habia acabado.