Oculto en en un rincón de nebulosidad te observo, dispuesto a encontrar en tu mirada latriztesa escatológica que me llena un vació progromo.
En la oscuridad de aquel escondrijo, la noche me ilumina con espejos en mi interior, absortos de suspiros e ilusiones de amargura derramada me pierdo en un abismal sitiodondemi destino no me atormenta al sentirte a mis pies, te otorgo una muerte silenciosa al escuchar la detonante, anormal melodía de tu clemencia.